Los sanitarios higiénicos son medios que colaboran con la preservación de las playas limeñas, y con la protección de salud de los individuos que concurren a estas. Del 11 al 13 de enero del 2017, Ipsos Perú realizó una encuesta para diario El Comercio donde se estableció que el 63% de entrevistados no están satisfechos con los sanitarios higiénicos. Además, al 75% les disgusta el arrojo de desechos al mar, debido a la falta de contenedores. Incluso, un 13% está disconforme por la ausencia de baños portátiles en playas de Lima.

 

La escasez de proveedores de los sanitarios higiénicos representa un punto crítico y reflexivo para la causa del problema. Todo esto se debe a dos motivos importantes. En primer lugar, los costos para fabricar los diferentes tipos de baños portátiles y contenedores de basura son sumamente elevados. Esto se origina porque los insumos utilizados en la producción son muy costosos. Asimismo, varían bastante según el modelo de sanitario higiénico requerido por el consumidor. Se afirma que la fabricación cuesta alrededor de 80-100 dólares cada uno. En segundo lugar, la demanda de dichos productos, para ser utilizados en las playas, es muy escasa. Esto lo evidenciamos en los testimonios obtenidos en una entrevista realizada por canal N. Por ejemplo, un veraneante que se encontraba en San Bartolo manifestó lo siguiente: “Aquí no hay baños químicos, si usted desea uno tiene que pagar a los restaurantes para que se lo den. Además, no están limpios”. En otra playa muy conocida, La Herradura, que tiene pocos contenedores de basura, no hay baños químicos. En otras palabras, la demanda de sanitarios higiénicos es poca o nula y no se hace nada al respecto.

 

El poco presupuesto municipal destinado al mantenimiento de playas también es un factor en la causa del problema. En el distrito de Barranco, evidenciamos que el alcalde prioriza los servicios de educación y seguridad. Se invierte un monto de tres millones por cada uno, dejando de lado la limpieza en las playas. Esta situación la podemos comprobar, ya que de las seis playas pertenecientes a Barranco solo el 67% son saludables. En consecuencia, el alcalde no invierte lo suficiente para este sector. Otro asunto importante es la falta de pagos de impuestos por parte de los ciudadanos. En Ventanilla, la tasa de morosidad de toda su población bordea el 80%. Esto origina el motivo principal del poco presupuesto que tiene el distrito para utilizarlo en su playa.

 

Por último, la fiscalización ciudadana es trascendental en esta causa, debido a que sin esta acción no generaríamos el efecto de brindar los sanitarios higiénicos. Si bien es cierto, en distritos como Miraflores y Callao, la exigencia de baños químicos y contenedores de basura es proliferante. Esto se debe a los altos presupuestos que manejan ambos distritos. En cambio, en distritos como Barranco y Chorrillos, donde también se cuenta con alto presupuesto municipal, la exigencia ciudadana es baja. En consecuencia, los alcaldes distribuyen el capital hacia otros sectores. Desde otro punto de vista, existen playas que sí son saludables y recomendables para los bañistas. En el Silencio y Caballeros, se evidencian tachos y baños portátiles, pero, por desgracia, el uso que les dan las personas no es el adecuado. En efecto, los ciudadanos generan el rápido deterioro de dichos bienes y su respectiva pérdida.

 

En conclusión, la ausencia de sanitarios higiénicos es una causa sumamente importante en el problema. Por ello, sin los recursos mencionados, la contaminación en playas limeñas sería extrema. Por eso, es necesario concientizar a las personas y autoridades del grave error que están cometiendo en el cuidado de las playas; y así poder brindar una solución.